El nuevo contexto tecnológico y geopolítico ha llevado recientemente a la aprobación del reglamento eIDAS 2.0, que entró en vigor en mayo de 2024. El nuevo reglamento, que regula esencialmente la identificación electrónica y los servicios de confianza para las transacciones electrónicas en el mercado interior, llega 10 años después del primer reglamento eIDAS, siguiendo el camino de Europa hacia un mercado único de servicios electrónicos. Italia ha desempeñado un papel destacado en Europa en este sector y es actualmente uno de los países con las tasas más altas de uso de identidades digitales (Spid), firmas electrónicas cualificadas (más de 6 Mil millones de usuarios) y otros servicios como facturación electrónica.
Con el nuevo reglamento eIDAS 2.0, en vigor desde mayo de 2024, podría producirse una nueva revolución digital, impulsada por los planes de implementación que verán la luz en unos tres años. El principal objetivo, actualmente en las primeras etapas de implementación, es que el 80 % de la población adopte el reglamento para 2030, con un nuevo compromiso de mantener una capa de confianza en el mercado interno, al tiempo que se intenta contrarrestar el dominio de la tecnología externa. Esto requiere flexibilidad en los sistemas operativos y los servicios utilizados, tanto en el sector financiero como en el de la manufactura. En esencia, el nuevo reglamento proporciona a Italia oportunidades significativas: el European Identity Wallet, que garantiza la interoperabilidad, para que ninguna identidad digital se atribuya o autentique sin confianza y conveniencia.
Además, a través de las implementaciones piloto del reglamento, se abordarán algunos desafíos importantes: la seguridad en términos de amplia difusión, la sostenibilidad en el mercado actual y la aplicación de los estándares cualitativos necesarios.
El resultado práctico se traduce en encontrar formas para que las identidades nacionales coexistan, como los italianos estamos acostumbrados a identificarnos con Spid o Cie, pero a nivel europeo, hay 35 esquemas de identificación utilizados en 27 países diferentes. El desafío de la interoperabilidad con el lanzamiento de aplicaciones basadas en carteras autorizadas a nivel europeo representa una oportunidad importante para Italia porque proporciona un marco para definir las directrices tecnológicas y los estándares regulatorios utilizados. Ejemplos incluyen el código fiscal (identificación del contribuyente) y la identidad basada en datos biométricos o gráficos que cada sistema nacional impone (con total independencia de los sistemas extranjeros) o el modelo de confianza que debe implementarse para garantizar que todos los países europeos, con registros y sistemas ya distribuidos en sus administraciones, puedan garantizar eficazmente atributos acreditados (por ejemplo, certificados para participantes verificados por el mercado digital en tiempo real).
La gestión de estos atributos se refiere a las características asociadas con los estudiantes o profesionales y sus certificados, como cualificaciones, residencia, licencias de conducir, representación legal y registro profesional. Tener acceso a una herramienta que comparta estos datos de manera segura y sencilla representa una oportunidad tanto para los usuarios, que pueden autorizar su uso para mejorar sus experiencias, como para las empresas, que pueden adquirirlos fácilmente para simplificar y optimizar sus procesos.
Una oportunidad importante relacionada con la funcionalidad de estos instrumentos radica en identificar servicios de manera más sostenible y fácil de usar. El nuevo reglamento abre las puertas a muchas oportunidades: Italia podría convertirse en uno de los actores clave en el sector, exportando su tecnología y experiencia a Europa y más allá, en un entorno competitivo en el que Europa se enfrenta a un gran desafío. El reto de la interoperabilidad debe considerarse de manera más precisa y menos desde una perspectiva territorial.
Este artículo se publicó originalmente en italiano en Milano Finanza el 23/09/24.