Los rápidos avances tecnológicos han transformado la forma en que interactuamos con los servicios digitales, y a la vanguardia de esta evolución está la Inteligencia Artificial (IA). La IA, en sus diversas formas, se ha convertido en una parte integral de nuestras vidas diarias, desde las recomendaciones personalizadas en plataformas de streaming o comercio electrónico, hasta los asistentes de salud, pasando por los asistentes de voz que nos guían en nuestras rutinas diarias y la IA generativa que nos ayuda con las tareas más complejas y desafiantes.
Junto con el auge de la IA, ha surgido el concepto de Servicios de Confianza Digital (DTS) como un componente crítico de nuestro mundo cada vez más digitalizado. Los Servicios de Confianza Digital abarcan una serie de tecnologías y prácticas diseñadas para establecer y mantener la confianza en las transacciones, comunicaciones e interacciones en línea. En una era en la que gran parte de nuestras vidas personales y profesionales se realizan en línea, la confianza es la base de estas interacciones digitales, influyendo en todo, desde las transacciones financieras hasta el intercambio y archivo de documentos y datos.
Los DTS suelen estar regulados por leyes locales o de ámbito geográfico, como el recientemente aprobado reglamento de la Unión Europea 2024/1183 (también conocido como eIDAS 2), que modifica el reglamento eIDAS de hace 10 años (EU 910/2014) y que, además de servicios como Firmas y Sellos Electrónicos, Sellos de Tiempo Electrónicos, Entregas Registradas Electrónicas y otros, introduce servicios como la Billetera de Identidad de la UE, la Atestación Electrónica de Atributos, el Archivo Electrónico, los Registros Electrónicos y otros.
La IA puede mejorar significativamente los Servicios de Confianza Digital al aumentar la seguridad, prevenir fraudes y mejorar la experiencia del usuario, lo que, a su vez, impulsará la adopción de estos servicios. Esto se puede lograr mejorando la simplicidad y la usabilidad del proceso de autenticación y apoyando al usuario a lo largo de todo el recorrido de la transacción digital, haciéndola completamente fluida. Además, la IA puede ayudar a las organizaciones a aprovechar los enormes volúmenes de datos que poseen, desde documentos hasta registros, desde mensajes hasta registros de auditoría. La IA puede hacer que la simplicidad cumpla con la normativa, buscando la mejor experiencia de usuario posible dentro de un marco regulatorio.
La importancia de la confianza en las interacciones digitales no puede subestimarse. La confianza es la base de la disposición de individuos, empresas y gobiernos a participar en actividades en línea, compartir información confidencial y adoptar nuevas tecnologías. Sin confianza, los beneficios potenciales de la IA y los servicios digitales se ven socavados por preocupaciones sobre la privacidad, la seguridad y la fiabilidad.
Marcos regulatorios como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea establecen requisitos legales para la protección de datos, los derechos de privacidad y la transparencia en el procesamiento de datos. La Ley de Inteligencia Artificial de la UE y los Principios de IA de la OCDE proporcionan marcos para el desarrollo, despliegue y gobernanza responsable de la IA, enfatizando principios como la equidad, la transparencia y la responsabilidad. Las organizaciones deben cumplir con estas regulaciones para garantizar el uso legal y ético de las tecnologías de IA, protegiendo la privacidad y los derechos de los datos de las personas.
En conclusión, la IA desempeña un papel crucial en los Servicios de Confianza Digital, y la Confianza es esencial en la IA. En este artículo, hemos explorado esta interacción. Creemos que la intersección de la IA y los Servicios de Confianza Digital da lugar a una nueva categoría: Servicios de Confianza Inteligente, una categoría que finalmente hará que la simplicidad cumpla con la normativa.